Los 9 aliados para alimentar al cerebro son claves para beneficiar la actividad cerebral. Ciertas plantas, hongos o sus extractos pueden resultar muy útiles para nuestro cerebro.
1- Triptófano
Es un aminoácido esencial que se convierte en el cerebro en serotonina, un neurotransmisor que está estrechamente relacionado con la regulación del estado de ánimo y el bienestar emocional. La serotonina es conocida como el «químico de la felicidad» debido a su capacidad para mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
El triptófano se puede encontrar en una variedad de alimentos, incluyendo frutos secos (en especial en la castaña de cajú), la banana, la soja, carnes magras, huevos y productos lácteos. Además, algunos alimentos ricos en proteínas, como el pollo y el pavo, también contienen triptófano.
2- Fenilalanina
Es un aminoácido esencial que se convierte en el cerebro en dopamina y norepinefrina, dos neurotransmisores que desempeñan un papel importante en el bienestar emocional y la regulación del estado de ánimo. La dopamina es conocida por su capacidad para mejorar el estado de ánimo y aumentar la motivación y la atención, mientras que la norepinefrina está involucrada en la regulación del estrés y la ansiedad.
La fenilalanina se puede encontrar en una variedad de alimentos, incluyendo carnes magras, huevos, productos lácteos, soja, porotos y frutos secos. También se puede encontrar en forma de suplemento bajo la supervisión de un profesional de la salud.
3- Colina
Es un nutriente esencial muy importante para la función cerebral y la formación de la membrana celular. Se convierte en acetilcolina, un neurotransmisor que desempeña un papel importante en la memoria, el aprendizaje y la regulación del músculo.
La colina se puede encontrar en una variedad de alimentos, incluyendo carnes magras, huevos, productos lácteos, nueces, semillas y verduras de hojas verdes.
4- Homocisteína
Es un aminoácido no esencial presente en el cuerpo que se forma a partir de la metionina, un aminoácido esencial. El nivel alto de homocisteína en el cuerpo se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y problemas neurológicos, como la enfermedad de Alzheimer y la demencia.
La homocisteína es un subproducto del metabolismo de la metionina y su nivel en el cuerpo está influenciado por la cantidad de metionina y otros nutrientes esenciales que se ingieren en la dieta, como el ácido fólico, la vitamina B6 y la vitamina B12. Estos nutrientes ayudan a regular los niveles de homocisteína en el cuerpo.
La metionina y los nutrientes que ayudan a regular la homocisteína se pueden encontrar en una variedad de alimentos, incluyendo carnes magras, pescado, granos enteros, porotos, nueces, semillas y productos lácteos.
5- Lecitina de soja
Es un compuesto que se encuentra en la soja y se utiliza comúnmente como aditivo alimentario. Se considera un fosfolípido, un tipo de grasa que es importante para la estructura y función de las células.
En el cerebro, la lecitina de soja puede ayudar a mejorar la memoria y la concentración. También se ha demostrado que ayuda a proteger contra la degeneración neuronal y a reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.
Además de en la soja, la lecitina de soja se puede encontrar en alimentos que la contienen como ingrediente, como los suplementos de lecitina y las barras de proteínas. También se puede encontrar en forma de cápsulas blandas.
6- Levadura de cerveza
Es un tipo de hongo que se utiliza en la fabricación de cerveza y en la elaboración de algunos alimentos. También se vende como suplemento dietario para mejorar la salud en general.
Se ha investigado sobre los efectos de la levadura de cerveza en el cerebro, y se ha demostrado que contiene nutrientes esenciales para la función cognitiva, como el hierro, el magnesio, el selenio y la vitamina B. Además, algunos estudios sugieren que la levadura de cerveza puede mejorar la memoria, la concentración y el estado de ánimo.
La levadura de cerveza se puede encontrar en algunos alimentos fortificados con nutrientes, como los cereales para el desayuno, así como en suplementos dietarios en forma de cápsulas, comprimidos o polvo.
7- Ginkgo biloba
Es una hierba que se ha utilizado en la medicina tradicional china durante miles de años. Se ha demostrado que el extracto de ginkgo biloba puede mejorar la circulación sanguínea en el cerebro, lo que puede ayudar a mejorar la memoria y la concentración.
Además, el ginkgo biloba ha sido investigado por su potencial para mejorar la función cognitiva y prevenir enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Sin embargo, la investigación todavía es inconclusa y se necesitan más estudios clínicos para determinar si el ginkgo biloba realmente es eficaz para estos usos.
El ginkgo biloba se encuentra comúnmente, además de en hierba, en forma de comprimidos, cápsulas y en tintura madre.
8- Espirulina
Es un tipo de alga de agua dulce que se ha utilizado como alimento durante siglos. Se ha demostrado que la espirulina es rica en proteínas, vitaminas y minerales esenciales, y se ha investigado por sus posibles beneficios médicos y nutricionales.
En cuanto a su efecto en el cerebro, se ha demostrado que la espirulina puede mejorar la función cognitiva y reducir el estrés y la ansiedad.
La espirulina se puede encontrar en forma de comprimidos, cápsulas y en polvo.
9- Ginseng
Es una planta medicinal originaria de Asia que se ha utilizado por miles de años por sus beneficios médicos y nutricionales. Se ha demostrado que el ginseng contiene compuestos activos que pueden tener efectos positivos sobre la salud, incluyendo la función cognitiva.
Se ha investigado sobre los efectos del ginseng en el cerebro, y se ha demostrado que puede mejorar la memoria, la concentración y el rendimiento cognitivo en general. Sin embargo, la investigación en este ámbito es limitada y se necesitan más estudios clínicos para determinar si realmente es eficaz.
El ginseng se puede encontrar en forma de suplementos en comprimidos y cápsulas, así como en algunos productos de alimentación, té y bebidas energéticas.
Fuente: artículo basado en el sitio cuerpomente.com